Foto: Jc.
La mirada de otro, es tu mirada, sobre todo cuando lo sientes dentro, calmando tus ansiedades.
CUANDO EL SILENCIO SE LLENA DE PALABRAS.
Viniste a verme, postrado, encamado y sin poder hablar, estaba fatal, pero llegaste dando tumbos, con el mismo balanceo con el que subiste a Roita por mi, y, con una sonrisa franca y tu silencio, lo cambiaste todo.
Gracias, amigo, gracias
por esas tardes
llenas de rutas y lápices,
por toda tu compañía
por tu ingenio y tu valia
y por esa, tu elegante suspicacia.
Gracias, viajero de mi tiempo,
por esa salvaje y perspicaz ironia,
títeres descabezados con despiadada alegría,
tus bicis, tus drones, tu torre del mil,
en mi corazón hay un sitio para ti,
por este momento eterno.
Gracias, caballero,
por esos silencios compartidos,
por amanecer en mi camino,
y acariciarme relleno de hermandad,
pero sobre todo por tu amistad.
Te quiero compañero.
Autor: José Cruz Millana (JotaCé)